Quien te diga…
Joven, quien te diga
que tu vida es un milagro, tiene razón.
Te lo diré brevemente; ‘Al buen
entendedor, pocas palabras’.
Pero antes…
Nada de frases sentimentales que
remuevan tus fibras más íntimas y te pongan a llorar. Nada de palabras
adornadas que vayan directo al corazón como si de dardos se tratara. Nada de
religiones, ni de recurrir a Dios o a la Biblia. Nada de la influyente vida de
Buda, Mahoma o de Jesucristo. Nada de manipulaciones mentales hechas por
psicólogos expertos ‘lavadores de cerebros’. No, el asunto de tu vida es una
cuestión natural, azarosa y única, dicho de otra manera: dentro de lo natural
tuviste la suerte de nacer.
Te doy siete razones para que
reflexiones si tu vida es un milagro o no.
En primer lugar, para
que la vida exista en la tierra se necesita que ésta esté a la distancia
adecuada del Sol. Ni más lejos, ni más cerca. ¿Y qué son los
millones de kilómetros a los que la Tierra está del Sol dentro de un universo
de gigantescas dimensiones?. Prácticamente es una
suerte que nuestro planeta esté colocado a la distancia justa.
En segundo lugar, la
vida requiere tiempo. Tuvieron que pasar millones de años (quizá billones) en
los que pudo sucederle cualquier cosa al mundo y quizá desaparecer del
universo.
En tercer lugar,
existieron grandes cambios climatológicos antes de que los primeros seres
humanos aparecieran sobre la faz de la tierra. Pestes, hambres y miserias
asolaron al planeta, grandes catástrofes que desaparecieron especies, desastres
mayúsculos. Y a pesar de toda esa odisea global la especie humana se abrió
camino en la evolución y permaneció.
En cuarto lugar,
tuvieron que existir los seres humanos necesarios para que a su vez facilitaran
tu existencia. Padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y más allá los
ascendientes que a tu línea familiar o genética pertenezcan. ¿Si tus padres biológicos no hubiesen existido habrías existido
tú? igual tus abuelos, bisabuelos y demás. La vida es una cadena en la que el
último eslabón eres tú.
En quinto lugar, de
la relación íntima de tus padres, de los millones de espermatozoides que
produce un hombre, uno tuvo que ganar la carrera y fecundar un óvulo de tu
madre el día y la hora precisa. De esa unión fuiste concebido, pero fácilmente pudo resultar otro.
En sexto lugar,
durante tu gestación muchas cosas pudieron sucederles a tu madre y a ti que
alteraran tu formación y crecimiento dentro de la matriz, en el peor de los
casos pudiste haber muerto en el vientre de tu madre.
En séptimo lugar,
naciste y desde entonces; ¿Cuántas veces has estado a
punto de morir?.
Por todo lo anterior dime entonces si no es un milagro que estés vivo…
Pero todo lo anterior
ya pasó y lo que realmente importa ahora es…
¿Qué tanto haz hecho con tu vida? ¿Qué tanto aprovecharás el breve lapso
que te tocó vivir?
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